Arquitectura civil
La oficina ocupa parte de la antigua cárcel de la villa, frente a ella se levanta el Ayuntamiento, edificio de construcción tardía pero que denota en su fachada la maestría de los canteros que aún trabajan en la zona. A pocos metros encontramos la Plaza de España, núcleo principal de la Villa, cuyo origen es un espacio extramuros en el que se celebraban los mercados y donde tenían lugar las fiestas populares como los bailes y corridas de toros. En uno de sus laterales encontramos los torreones del Castillo, a los que en el siglo XVII se les adosó una fachada barroca, con una balconada corrida desde la que las autoridades presidían los actos públicos, y la Espadaña, con las campanas que dan la hora y el tradicional toque de queda.
Sepúlveda es conocida como la Villa de las Siete Puertas. Ciudad fortificada durante la Edad Media, aún conserva tramos de su muralla datada del siglo X, destacando los de la Barbacana y el Postiguillo, entre sus puertas sobresalen la del Azogue o Ecce Homo, la de la Fuerza, o la del Río considerada la principal de la Villa.
La Calle Barbacana
En esta calle se encuentra uno de los lienzos mejor conservados de la muralla, construcción árabe datada del siglo X, aunque cuenta con modificaciones posteriores. Supone la continuación del castillo. En este paño la parte superior es almenada, en su base conserva las zarpas o basamentos escalonados construidos con sillares romanos de gran tamaño, obtenidos probablemente de la antigua ciudad romana de Duratón.
Este tramo de la muralla desemboca en la puerta del Azogue, palabra que significa mercado y por lo que se ha interpretado que en las proximidades de esta puerta se ubicaría el mercado intramuros, también es conocida como arco del Ecce Homo, desde el siglo XIX debido a una pintura que representaba la imagen de Cristo ante e pueblo presentado por Pilatos. La puerta es románica aunque el conjunto original se alteró al convertirse los cubos en viviendas.
Hoy en día la calle Barbacana ("Doble defensa") es una de las principales vías comerciales del municipio y el lugar por donde transcurren los tradicionales encierros.
La Casa de los Proaño o Casa del Moro
Además del Jardín de la Señora y la antigua casa de los Sánchez de Toledo, al atravesar la Puerta del Azogue nos encontramos con la Casa del Moro.
Es uno de los ejemplos de casas palaciegas, el poder una de las familias más relevantes de la villa queda reflejado a través de los escudos y blasones dispuestos en las fachadas.
La Casa de los Proaño es conocida como Casa del Moro, destaca la potente fachada plateresca, cuyo frontón está presidido por la cabeza de un moro sobre un alfanje, que alude a la legendaria toma de Sepúlveda por el Conde Fernán González, tal y como ha quedado recogido en la Historia de Segovia de Diego de Colmenares, apoyándose en la Historia del Capitán Fernán González escrita por el monje benedictino de Arlanza, Fray Gonzalo Arredondo, en el texto se narra como se produjo un combate a muerte entre el Conde Fernán González y el sarraceno, del que resultó victorioso el conde y lo que tuvo como consecuencia la toma de Sepúlveda por parte del ejército cristiano. Además del frontón en los laterales encontramos los escudos de armas de la familia, en los que el motivo de la cabeza del moro vuelve a repetirse, este atributo heráldico fue defendido por la familia ya que venía a indicar que descendían del Conde Fernán González.
Hay otras casas blasonadas destacables en Sepúlveda, como la Casa de los González de Sepúlveda relacionados con los Proaño con los que pleitearon por ver quien se plasmaba en su escudo el atributo de la cabeza del moro. La de los Gil de Gibaja, una casa románica considerada la más antigua de Sepúlveda, sin olvidarnos de otras de relevancia como la Casa de las Conchas, o las viviendas de los Palomares y Díez situadas a ambos lados de la plaza, la Casa del Conde y muchas otras.